jueves, 20 de octubre de 2011

MEDITANDO EN VOZ ALTA



Cuestión de Actitud



Esta actitud me causó curiosidad, así que un día fui a buscar a Lucas y le pregunté: No lo entiendo, ¿es posible ser una persona positiva todo el tiempo?
Lucas era el tipo de persona que te encantaría odiar.
Siempre estaba de buen humor y siempre tenía algo positivo que decir.
Cuando alguien le preguntaba cómo le iba, él respondía: "Si pudiera estar mejor, tendría un gemelo".
Era un Gerente único porque tenía varias meseras que lo habían seguido de restaurante en restaurante.
La razón por la que las meseras seguían a Lucas era por su actitud.
Él era un motivador natural: si un empleado tenia un mal día, Lucas estaba ahí para decirle al empleado cómo ver el lado positivo de la situación.
Ver este estilo realmente me causó curiosidad, así que un día fui a buscar a Lucas y le pregunté: ¿no lo entiendo... no es posible ser una persona positiva todo el tiempo? ¿Cómo lo haces?
Lucas respondió:
Cada mañana me despierto y me digo a mí mismo, Lucas, tienes dos opciones hoy: "Puedes escoger estar de buen humor o puedes escoger estar De mal humor. Escojo estar de buen humor".
"Cada vez que sucede algo malo, puedo escoger entre ser una víctima o aprender de ello. Escojo aprender de ello".
"Cada vez que alguien viene a mí para quejarse, puedo aceptar su queja o puedo señalarle el lado positivo de la vida. Escojo el lado positivo de la vida".
Sí, claro, pero no es tan fácil, protesté. "Sí lo es", dijo Lucas. "Todo en la vida es acerca de elecciones. Cuando quitas todo lo demás, cada situación es una elección".
"Tú eliges cómo reaccionas ante cada situación, tú eliges cómo la gente afectará tu estado de ánimo, tú eliges estar de buen humor o mal humor".
"En resumen, TU ELIGES COMO VIVIR LA VIDA".
Reflexioné en lo que Lucas me dijo.
Poco tiempo después, dejé la industria hostelera para iniciar mi propio negocio. Perdimos contacto, pero con frecuencia pensaba en Lucas cuando tenía que hacer una elección en la vida en vez de reaccionar contra ella.
Varios años más tarde, me enteré que Lucas hizo algo que nunca debe hacerse en un negocio de restaurante, dejó la puerta de atrás abierta una mañana y fue asaltado por tres ladrones armados.
Mientras trataba de abrir la caja fuerte, su mano temblando por el nerviosismo, resbaló de la combinación. Los asaltantes sintieron pánico y le dispararon.
Con mucha suerte, Lucas fue encontrado relativamente pronto y llevado de emergencia a una Clínica. Después de ocho horas de cirugía y semanas de terapia intensiva, Lucas fue dado de alta aún con fragmentos de bala en su cuerpo.
Me encontré con Lucas seis meses después del accidente y cuando le pregunté cómo estaba, me respondió: "Si pudiera estar mejor, tendría un gemelo". Le pregunté qué pasó por su mente en el momento del asalto.
Contestó:
"Lo primero que vino a mi mente fue que debí haber cerrado con llave la puerta de atrás. Cuando estaba tirado en el piso, recordé que tenía dos opciones: podía elegir vivir o podía elegir morir. Elegí vivir" ¿No sentiste miedo?, le pregunté.
Lucas continuó "Los médicos fueron geniales. No dejaban de decirme que iba a estar bien. Pero cuando me llevaron al quirófano y vi las expresiones en las caras de los médicos Y enfermeras, realmente me asusté. Podía leer en sus ojos: es hombre muerto. Supe entonces que debía tomar una decisión".
¿Qué hiciste?, pregunté.
"Bueno, uno de los médicos me preguntó si era alérgico a algo y respirando profundo grité Si, a las balas... mientras reían, les dije: estoy escogiendo vivir, opérenme como si estuviera vivo, no muerto". Lucas vivió por la maestría de los médicos, pero sobre todo por su asombrosa actitud.
Aprendió que cada día tenemos la elección de vivir plenamente, la ACTITUD, al final, lo es todo.






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Reflexionando Con la Vida




Cuenta una historia que un Hombre trabajaba en una planta empacadora de carne. Un día terminando su horario de trabajo, fue a uno de los refrigeradores para inspeccionar algo; se cerró la puerta con el seguro y se quedó atrapado dentro del refrigerador. Golpeó fuertemente la puerta y empezó a gritar, pero nadie lo escuchaba. La mayoría de los trabajadores se habían ido a sus casas, y era casi imposible escucharlo por el grosor que tenía esa puerta.
Llevaba cinco horas en el refrigerador al borde de la muerte.
De repente se abrió la puerta.
El guardia de seguridad entro y lo rescató.
Después de esto, le preguntaron al guardia a qué se debe que se le ocurrió abrir ésa puerta sino es parte de su rutina de trabajo? Él explicó: llevo trabajando en ésta empresa 25 años; cientos de trabajadores entran a la planta cada día, pero él es el único que me saluda en la mañana y se despide de mí en las tardes. El resto de los trabajadores me tratan como si fuera invisible.    
Hoy me dijo “hola” a la entrada, pero nunca escuché  - “hasta mañana”    
Yo espero por ese  hola,  buenos días,  y ése  chao o hasta mañana - cada día. Sabiendo que todavía no se había despedido de mi, pensé que debía estar en algún lugar del edificio, por lo que lo busqué y lo encontré”.

¡La Belleza del Saludo!

"Dios te creo con una sonrisa, no dejes que nada te la quite".





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Una Rana Muy Insistente


Un grupo de ranas viajaba por el bosque y de repente, dos de ellas cayeron en un hoyo profundo. Todas las demás ranas se reunieron alrededor del hoyo. Cuando vieron cuan hondo era el hoyo, le dijeron a las dos ranas en el fondo que para efectos prácticos, se debían dar por muertas ya que no saldrían.

Las dos ranas no hicieron caso a los comentarios de sus amigas y siguieron tratando de saltar fuera del hoyo con todas sus fuerzas. Las otras seguían insistiendo que sus esfuerzos serían inútiles. 

Finalmente, una de las ranas puso atención a lo que las demás decían y se rindió. Ella se desplomó y murió. 
La otra rana continuó saltando tan fuerte como le era posible. Una vez más, la multitud de ranas le gritaba y le hacían señas para que dejara de sufrir y que simplemente se dispusiera a morir, ya que no tenía sentido seguir luchando. Pero la rana saltaba cada vez con más fuerzas hasta que finalmente logró salir del hoyo. 
Cuando salió, las otras ranas le dijeron: "nos alegramos mucho de que hayas logrado salir, a pesar de lo que te hemos gritado". La rana les explicó que era sorda, y que pensó que las demás la estaban animando a esforzarse más y salir del hoyo. 

Moraleja:


1. La palabra tiene poder de vida y muerte. Una palabra de aliento compartida a alguien que se siente desanimado puede ayudar a levantarlo.

2. Una palabra destructiva dicha a alguien que se encuentre desanimado puede ser lo que acabe por destruirlo. Tengamos cuidado con lo que decimos. 
3. Una persona especial es la que comparte tiempo para animar a otros. 




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